domingo, 10 de junio de 2012

HUELLAS


PRIMER MAESTRO: COHERENCIA DE VIDA CRISTIANA

La famosa noche de paso de un siglo al otro (1900-1901), decisiva para el joven Alberione, lo marcó de una manera indeleble para toda su vida. Fue una iluminación que recibió de la Eucaristía: “hacer algo para los hombres con los cuales habría de vivir en el nuevo siglo”. Esas ansias apostólico-misioneras lo acompañaron por toda su vida.

Fueron surgiendo iniciativas: Sociedad de San Pablo, Hijas de San Pablo, Cooperadores Paulinos…Comienzan las actividades bíblicas con las misiones populares para la difusión de la Biblia en cada hogar, los boletines parroquiales para la animación pastoral.

Su experiencia parroquial lo lleva a escribir dos libros que pueden significar aún hoy un proceso y un anticipo de cuanto el Concilio habría insinuado: Apuntes de teología pastoral y La mujer asociada al celo sacerdotal.

Hace un “pacto” con el Maestro divino, conociendo las necesidades y consciente de la pequeñez  de sus hijos. Un pacto de fidelidad pero también de mucha esperanza y confianza.

Ese “algo” que lo había subyugado en la famosa noche sigue iluminando su vida y coherentemente realizando gestos y llevando iniciativas en pos del ideal prefijado.

La guerra no es impedimento para seguir con su celo apostólico. Frente a las dificultades prepara a sus hijos para la fabricación de papel (la famosa “cartiera de Alba”), una zapatería donde se santifica el Ven. Andrés Borello, una panadería, una huerta en los alrededores de Casa Madre…

La guerra no lo amilana y le da la posibilidad de confiar ciegamente en la protección de la Reina de los Apóstoles a quien le promete erigir en el centro de la cristiandad y de las actividades paulinas un santuario.

El proyecto de nueva evangelización con la comunicación (comenzado con la buena prensa) sigue adelante con iniciativas que comienzan como en Belén y se desarrollan como un árbol frondoso que cubre las necesidades de los hombres. El famoso “alberone” del que el Primer Maestro les hablaba a los primeros aspirantes.

En 1960 reúne a sus  hijos de la primera hora como para dictarles el testamento. Surge así el libro Ut perfectus sit homo Dei donde está plasmada su intención con respecto a la Familia Paulina.

Poco antes había escrito unos apuntes, que entregó “si para algo servían” a los que prepararon un trabajo sobre el pasado, presente y futuro de la Familia Paulina. Así nos regala Las abundantes riquezas de su gracia.

Todo esto nos habla de una coherencia vital, concreta, generadora de apostolado y de santidad. Como lo fue su vida.

Pablo VI al recibir a la Familia Paulina en 1969 dijo: "He aquí a nuestro querido Padre Alberione, siempre atento a los signos de los tiempos, siempre escrutando el futuro, que dio a la Iglesia nuevos caminos, nuevo empuje misionero, nuevos medios para hacer eficaz el mensaje evangélico".

P. Santiago Bonomini, s.s.p.

1 comentario:

  1. Del Beato Alberione, se puede decir:"Todo lo hizo
    bien"...! El legado que dejo, hace que en la Familia Paulina sus integrantes sean diferen-
    tes...!
    Que el Senior los siga bendeciendo por siem-
    pre.!!!

    ETEL

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