sábado, 14 de julio de 2012

"Ecos de Alberione" - 19

1914: "Comienzos de una fundación"


Una vez que Alberione tuvo claro el cómo y el para qué de la misión paulina, se decidió a establecer las bases y criterios para su Obra. Es en 1914 que se funda la Pía Sociedad de san Pablo y se empieza plasmar ese carácter de 'novedad', en el cual nuestro Beato había pensado.

La idea del Primer Maestro con relación a ese carácter de novedad consistía en establecer "algo nuevo", que contara con la fuerza social de la prensa al servicio de la evangelización, por lo tanto, no podía venir de los tradicionales ambientes eclesiales ni de seminarios o comunidades religiosas, sino que ameritaba una génesis desde el campo tipográfico. Por eso, la idea de crear una escuela tipográfica enfocada más a la praxis que a la información debía partir, precisamente, por un taller tipográfico.
Definitivamente, era imperiosa esa idea que acarició Alberione desde el principio: una congregación religiosa de sacerdotes y laicos que se dedicaran totalmente a promover la obra de la buena prensa. Sin lugar a dudas, que el proyecto aspiraba a formar apóstoles y apóstolas según las exigencias de su tiempo. Fue así como nacieron las primeras publicaciones: el pequeño catecismo de Pío X, la mujer asociada al celo sacerdotal y La oración del feligrés.
Ante estas maravillosas noticias aparecía en escena su contraparte: dificultades, problemas y peligros de diversa índole que amenazaban el andar de la Obra (cf. AD 164). Alberione dirá:"En los primeros años, los socialistas de Alba amenazaron varias veces con quemar tipografías, casas y revistas; hubo hasta noches sin dormir..." (AD 172). Estos hechos llevaron a Nuestro Beato a encomendar la misión y las pequeñas cosas que se iban logrando. Así colocó como primera necesidad la vida y la misión de la Casa al cuidado y Providencia divina. Fue ese pacto que Alberione hizo con Dios que más tarde le significó obtener los primeros frutos. Quizá, la aprobación, del 29 de septiembre de 1918, del Estatuto de la Unión de Cooperadores de la Buena Prensa, preparado con esmero para expresar la misión paulina y constituida bajo el amparo de san Pablo, fue uno esos frutos. En este sentido, cabe señalar que el primer número de la Unión de Cooperadores de la Buena Prensa salió con el signo del clima pascual del pacto (cf. Ad 162-163), ya sea por el contexto de la muerte de Marggiorino Vigolungo o por la celebración en la cual Alberione recordó la fórmula de la letra de cambio.
Si tuviéramos que hacer una relectura de estos acontecimientos, una de las primeras ideas fundamentales a rescatar, quizá sea esta: la buena prensa para el Primer Maestro era un verdadero apostolado, el primero de todos los apostolados después de la oración. Pero, aquí está lo novedoso de su idea: la buena prensa será un verdadero apostolado en la medida que se lo mire, no solamente, con criterios de mercado sino también como lugar para formar almas, mentes y corazones de apóstol.

Fredy Peña T., ssp

1 comentario:

  1. Excelentes relatos de la Obra de Alberione.
    Felicitaciones Fredy.!!!
    Realmente el suenio de Alberione con el correr de
    los anios se tranformo en hermosa realidad. Mas
    que el apostolado en la oracion, hoy es el apos-
    tolado de la Digusion Evangelica...!

    ETEL

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